Ecos de la fiesta de la Divina Misericordia
08-05-2023 | Las Provincias
Ecos de la fiesta de la Divina Misericordia
08-05-2023 | Las Provincias
El pasado 16 de abril se celebraba, en la Iglesia, el II Domingo de Pascua instituido por SS. Juan Pablo II como Domingo de la Divina Misericordia. En la capital valenciana, concretamente en la parroquia San Francisco de Borja de Valencia, se vivió de una forma muy especial. Previamente a esa fecha, todos los devotos de la Divina Misericordia, se habían venido preparando para esa fiesta con una novena que había comenzado el Viernes Santo.
El domingo había amanecido con un sol radiante, el día acompañaba, a las 9 de la mañana se abrió el templo parroquial donde se encuentra la sede de la asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, durante todo el día se sucedió el paso de peregrinos que, llegados desde muchos lugares de nuestra diócesis acudían a la parroquia, convertida ese día en “Santuario de misericordia” para rezar delante de la imagen, traída desde Cracovia, de Jesús misericordioso. Las puertas de la gracia se abrieron ese día, tal y como el Señor le reveló a Santa Faustina Kowalska y por eso, multitud de fieles quisieron acercarse a recibir el perdón de Dios a través del sacramento de la penitencia desde el comienzo de la jornada. Caras que lo decían todo, expresiones que hablaban por sí mismas, gestos cargados de amor, fe, piedad y devoción y momentos inolvidables que quedarán en la retina de cuantos tuvimos el don de vivir ese día de gracia y de misericordia. Valencia, Picassent, Alaquás, La Pobla de Vallbona, Gandía, Torrent, Chiva, son algunas de las poblaciones desde donde quisieron unirse fieles y devotos de la Divina Misericordia. Si hablamos de nacionalidades que participaron, además de españoles, también hubieron venezolanos, colombianos, peruanos y nicaragüenses entre otros y es que, la misericordia de Dios no conoce límites ni fronteras, ni distingue entre clases sociales ni culturales. Todos unidos por una misma fe, festejando la fiesta del perdón y celebrando la eucaristía, la fiesta de amor y, si hablamos de clases sociales, cabe destacar un nutrido grupo de familias que semanalmente, atendemos en nuestra labor social, caritativa y evangelizadora por las calles de la capital y en lo pueblos de su área metropolitana. En fin, una fiesta de Iglesia y con la Iglesia, en la que la universalidad y la catolicidad era palpable.
Y ahora, hagamos un poco de historia. Corría el año 2015, SS. El papa Francisco había convocado el Año Jubilar de la Misericordia por entonces, un grupo de sacerdotes y laicos, con el beneplácito del arzobispo, D. Antonio Cañizares, funda en Valencia la Asociación Apostolado de la Divina Misericordia cuyo objetivo principal es difundir esa espiritualidad y vivir las obras de misericordia. Desde entonces hasta hoy, nuestra labor social caritativa y evangelizadora no ha dejado de llevarse a cabo. Por las noches, varios grupos de personas salimos a la calle para encontrarnos con Jesucristo, Él nos espera y, lo reconocemos en el niño y en sus padres, en el inmigrante y en el nacional, en el pobre y en el hambriento, en el alcohólico y en el drogadicto… Él nos habla, a través de sus carencias y necesidades, de sus angustias e ilusiones, de sus vidas y, por desgracia, también de sus muertes… Sus ojos, su voz, sus gestos los encontramos en los hermanos que han quedado al borde del camino de la vida y, como buenos samaritanos, tratamos de ayudarles desde nuestra pequeñez y con nuestra pobreza. Si hacemos una mirada restrospectiva desde que iniciamos nuestra labor, sólo cabe decir una palabra: ¡GRACIAS! Gracias a cuantas personas han confiando en nosotros y nos han entregando, con generosidad, su tiempo y su aportación económica. Gracias, porque con vuestra ayuda, seguiremos estando al lado de los descartados de nuestra sociedad que viven entre nosotros. ¡Que Dios os bendiga a todos!
Pedro Miret Giner, sacerdote