¡No te olvides de los pobres!

26-06-2023  |  Las Provincias

En la primera audiencia con los medios de comunicación social, el papa Francisco reveló algunos momentos particularmente especiales del cónclave que se había vivido para su elección. Según relató él mismo, en la capilla Sixtina estaba sentado al lado del cardenal brasileño Cláudio Hummes, entonces prefecto de la congregación para el Clero y arzobispo emérito de São Paulo. Cuando los votos a su favor alcanzaron los dos tercios y los cardenales comenzaron a aplaudirle, el cardenal Hummes lo abrazó y le dijo: "¡No te olvides de los pobres!"

El sábado, día 16 de junio, fueron constituidos la mayoría de los ayuntamientos de España, elegidos en las pasadas elecciones municipales. Recogiendo la petición que el cardenal Cláudio Hummes hizo al santo Padre, Francisco, al inicio de su pontificado, también yo quiero hacer la mía propia a los nuevos equipos de gobierno: “¡No se olviden de los pobres!”

"¡No se olviden de los pobres!"; puede sonar a exhortación o mandato. En todo caso, no es una cuestión entre otras, sino que es uno de los problemas más urgentes y más profundos que, por desgracia hoy, tenemos en todas nuestras ciudades. El compromiso por las familias y las personas vulnerables es uno de los retos que se les plantea a los nuevos ayuntamientos. La petición se orienta a subrayar la centralidad de los pobres. Atender a los pobres, preocuparse por ellos, no significa un rechazo hacia las demás clases sociales, a las cuales también los distintos ayuntamientos quieren y desean servir significa, eso sí, la preferencia hacia las clases sociales más desfavorecidas y más necesitadas. ¡En cualquier momento todos podemos formar parte de esas clases sociales! ¡Quién sabe!

En nuestra asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, llevamos muchos años pisando la calle, estando al lado de los pobres, compartiendo con ellos sus preocupaciones y, por desgracia, sus pocas alegrías, animándoles y fortaleciéndoles en el día a día y, en nuestro diálogo sincero con ellos, descubrimos que la falta de vivienda social y la escasez de plazas en los albergues, entre otros, son problemas graves que hay resolver cuanto antes y, ante los cuales, nuestras autoridades no deben cerrar los ojos. Tener un hogar, es mucho más que tener un derecho. Soñar con tener un hogar es mucho más que soñar con tener un techo. Tener un hogar, es hablar de futuro, tener un hogar es hablar de nuevos proyectos, es hablar de fundar una familia, de tener tu independencia... Hablar de un hogar es hablar de poder vivir con dignidad tu propia vida.

Soy consciente de que, con esta exhortación, estoy planteando un gran desafío a los nuevos ayuntamientos pero, al mismo tiempo, soy consciente de que si esto llegara a hacerse realidad nos ayudaría a todos, autoridades y ciudadanos, a vivir en una sociedad más humana, más fraterna y más solidaria. Tenemos cuatro años por delante para hacer realidad este sueño. ¡Mucha esperanza! ¡Sepan que cuentan con nuestra oración y con nuestra ayuda para poder llevar a cabo este buen propósito! ¡Que Dios les bendiga a todos!

Pedro Miret Giner, sacerdote